La pequeña Italia del restaurante Regina
Aviso del restaurante Regina en "La Nación", diciembre de 1927.
La vida del restaurante Regina había comenzado en el Edificio Ariztía, inaugurado en 1921 en la conjunción de las entonces nuevas calles La Bolsa y Nueva York, a metros de la Alameda de las Delicias, cuando dicho inmueble era considerado el primer rascacielos del país. El establecimiento fue fundado por un conocido comerciante italiano de la época: don José Cattani, ex maître hotelero de gran experiencia, llegado a Chile en 1905 y quien participó de varios negocios culinarios y hoteleros, incluyendo algunos del barrio Mapocho. Fue el caso del desaparecido Gran Hotel Cattani de calle Puente enfrente del mercado, más conocido en su tiempo como el Hotel Excélsior.
Cuando Cattani abrió al Regina en aquella primera ubicación, procuró publicitarlo como el restaurante más elegante y confortable de todo Santiago: "Visítelo Ud. y se convencerá que donde se prepara la mejor comida y hasta para los gustos más exigentes es verdaderamente en el Regina", decía en sus avisos. Correspondiendo a una especie de trattoria por su cocina y carta principal, estaba dotado de amplios salones que lo convirtieron de inmediato en un conocido centro de reuniones, celebraciones sociales, fiestas y banquetes durante las noches de 1923 y 1924.
Por una o más razones que no hemos podido precisar, sin embargo, el restaurante emigró poco después a la
dirección de Rosas 1019-1021 llegando a calle Puente, de modo que quedó incorporado al floreciente circuito bohemio del "barrio chino" de Bandera y sus alrededores. De paso, su presencia allí proporciona otra confirmación de la importancia que tuvo también calle Rosas en la formación de dicho barrio recreativo, junto a otros casos como el restaurante Topaze o el dancing Torre Eiffel, todos ellos con el Regina en el zócalo del Hotel Río de la Plata u Hotel Rosas, a pesar del descuido de algunos memorialistas sobre esta relación.
El Regina ya figuraba en aquella dirección por el mes de septiembre de 1925. Cattani no era solo director de la sociedad anónima respectiva, sino que también atendía en persona allí. Junto con el restaurante, además, se trasladó ese año su agenda de recepciones y fiestas, incluido un homenaje de noviembre para los campeones argentinos de ciclismo Vermi Bonicio y José Baldini, encuentro organizado por la Comisión de Festejos de la Unión Ciclista de Santiago. Aunque con un rasgo que podríamos presumir más popular que en su primera ubicación, de todos modos el Regina procuró mantener la calidad de sus servicios como expendio de lunch caliente, bar, café y salón de té.
Ya en 1926, puede verificarse por los mismos avisos de prensa que el almuerzo o comida de cuatro
platos en el establecimiento quedaba cubierto con $2.50, incluyendo postre, café o
té y el infaltable vino. Su especialidad y propuesta dominante seguían siendo las pastas italianas, por supuesto: "tallarines especiales a todas
horas", destacaba en sus ofertas. Sin embargo, debía ser felicitada también su exitosa sección de
fiambrería, la que había comenzado a ofrecer "frituras especiales" ya hacia fines de ese mismo año.
Publicidad para el Regina en la revista "El Bombero Ilustrado", año 1923.
Aviso del Regina cuando aún estaba en el barrio La Bolsa, en la guía turística "El amigo del Viajero" de 1924.
Aviso de venta del Hotel Río de la Plata, también llamado Hotel Rosas en otro período, en la dirección de Rosas 1017, año 1925. En su zócalo, donde estuvieron también establecimientos como el Torre Eiffel, el Topaze y el Voronoff, llegó a establecerse el Regina durante ese mismo año.
Aviso de prensa en septiembre de 1925, año en que ya estaba en la nueva ubicación de calle Rosas.
Fachada y acceso del Regina en 1926, en calle Rosas. Imagen del "El Censo comercial industrial de la Colonia Italiana en Chile" de Pellegrini y Aprile. Fuente imagen: sitio Italianos en Chile.
Los comedores del Regina en el "El Censo comercial
industrial de la Colonia Italiana en Chile" de Pellegrini y Aprile, 1926. Fuente
imagen: sitio Italianos en Chile.
Aviso para el restaurante Regina en "La Nación" de noviembre de 1926.
El sector de calle Rosas en donde estuvieron los
establecimientos bajo el Hotel Rosas o Río de la Plata: en el 1021 alojó el Regina, luego el
Voronoff; en el 1023, al lado, el Torre Eiffel; en el 1033, el Topaze. En los altos: las dependencias del ex hotel.
Durante los años 1927 y 1928, el Regina seguía convocando público con sus
“afamados tallarines y ravioles” según resaltaba, disponiendo su servicio a la carta,
precios económicos y comedores para familias. Fotografías
de época, como las de "El Censo comercial industrial de la Colonia Italiana en Chile" de Pellegrini y Aprile, muestran que tenía algunas pizarras o paneles afuera en el acceso informando de los valores y nombres de los platillos del día. Su sala interior, en tanto, era larga aunque un tanto estrecha, con tres filas de
mesas. 25 eran los comedores reservados del local que, en lo fundamental, era muy parecido a los demás establecimiento gastronómicos del mismo lugar bajo el hotel, al menos en sus proporciones.
Cabe advertir que había ocurrido un cambio dirección del Regina a fines de 1927, sin embargo: Cattani se había alejado del negocio y este fue vendido a don José Musumeci B. Esta nueva jefatura continuó con la propuesta general que hoy identificaríamos como de tipo trattoria bohemia, pues los tallarines y ravioles seguirían siendo la principal atracción para la clientela.
No obstante, una de las medidas que sí significaron modificaciones en aquel período y régimen fue la de abaratar los precios para el público, o al menos asegurar que así sucedería. Era lo que comunicaba una nota publicitaria redactada con algo de sentido de humor irónico y aparecida en los medios el 13 de
diciembre de ese año, reproduciendo un supuesto cablegrama llegado al diario
"La Nación" desde Roma. En él se aseguraba que el aviador italiano Francesco de Pinedo, protagonista de vuelos históricos desde Italia a Países Bajos y desde Brindisi a Constantinopla, ahora preparaba un raid desde Roma a Santiago solo para degustar las famosas
pastas del Regina.
A pesar de todo, hacia el período de 1929-1930 el reinado de la pequeña Italia del "barrio chino" caería y la dirección de calle Rosas 1021 pasó a ser bar y restaurante Voronoff, negocio que también parece haber tenido servicios comerciales de cigarrería. Sin embargo, desde inicios de aquellos años treinta y con los efectos de la Gran Depresión encima, también estaba a la venta este nuevo establecimiento, posiblemente afectado ya por las cuestiones económicas. Además, se había abierto justo al lado el mencionado dancing Torre Eiffel, en el 1023, y ambos negocios formaban parte del mismo sector de locales vecinos a la librería La Troya.
A diferencia de otros conocidos establecimientos del barrio bohemio de Mapocho, aquellos en el primer nivel del Hotel Rosas y cuyo edificio aún existe, vivieron con gran inestabilidad tan críticos y adversos años, lo que significó quedar condenados a una vida más bien corta. De este modo, tanto el Tour Eiffel como el Voronoff aparecerán a la venta en avisos del verano de 1935, "los dos o por separado" según los avisos.
Años después, se asomará un restaurante Regina en el sector de Plaza El Salto, el que también fuera en los cincuenta uno de los expendios oficiales de vinos Clos de Pirque, de la Viña Concha y Toro. Sin embargo, no tenemos clara alguna clase de relación con el anterior de calle Rosas, cuya historia como uno de los más populares y recomendables restaurantes de comida italiana del Santiago, ya había terminado por completo.
El ex local del Regina en calle Rosas hoy es otra de las varias tiendas de ventas de artículos de costuras, cortinas y tapicería que caracterizan al comercio de aquel sector de la ciudad. El servicio del antiguo hotel en los altos, en tanto, cesó por completo hace varios años.
Comentarios
Publicar un comentario