Dos esplendorosas vidas para el Zum Rhein

Bandera 823, la dirección que fue del Zum Rhein cuando ya era ocupada por el restaurante chino Diamante. Ahora es el restaurante peruano Pez de Oro.

Existen ciertas reseñas e indicaciones en la literatura referidas al Zum Rhein, otro famoso boliche que arrojó oropeles sobre calle Bandera en sus años de desatada bohemia. Sin embargo, la mayoría de estas fuentes coinciden con la breve descripción que hiciera Oreste Plath en "El Santiago que se fue" sobre el mismo restaurante, la que concluye con la desaparición desde el local de su vieja ubicación en el número 6 de Bandera, en un centro comercial demolido para levantar “un monumento de cemento, el edificio del Banco del Estado” según sus palabras, justo en la esquina con la Alameda Bernardo O'Higgins. Aquel edificio antiguo se ve en la portada de su mencionado libro, de hecho, casi la lado del Club de la Unión.

Con carteles presentándolo al público en sus dos entradas (por Bandera y Alameda) en letras de estilo gótico germánico, el Zum Rhein había sido propiedad del empresario Atilio Capomassi y ofrecía algunos platos más cerca de las delicadezas que de los típicos tallarines o guatitas económicas de otros locales de la misma vía. También servía como salón de ostras durante la temporada del molusco. Agrega Plath que sus menús incluían especialidades como:

…los caldillos de congrio, de criadillas, ajiaco con huevo, el valdiviano, pescado al gratín, lomito Marengot. Gustados eran los escabechados de codorniz, corvina o conejo.

Si se tenía duda sobre lo consumido se podía exigir la cuenta detallada con el timbre de la casa.

Hasta el final de sus días en aquella esquina el restaurante recibía periodistas y visitantes de gran relevancia intelectual o artística, tal como sucedía con los locales del “barrio chino” al otro lado de la misma Bandera. De hecho, ese sector céntrico en Santiago había sido conocido por la presencia y andanza de profesionales de la prensa escrita casi desde inicios del siglo, cuanto menos. Ocasionalmente, también aparecían en el Zum Rhein los miembros del grupo creativo conocido como Los Angurrientos, integrado por jóvenes escritores y surgido por los años veinte en torno a la obra de Juan Godoy, sociedad con la que estuvo relacionado el propio Plath. El círculo se autodefinía aparatosamente como Movimiento de la Institución de la Esencia Chileno-Cultural.

El antiguo edificio comercial que alojaba al restaurante evocador del río Rin en esos años, en donde operaron algunas oficinas de prensa y se establecieron mercerías u otros negocios, desapareció hacia 1944. Se inició así la construcción de la casa matriz del Banco del Estado de acuerdo a los planos del arquitecto Héctor Mardones Restat, culminando los trabajos en 1950 por la misma empresa Neut Latour Ltda. que levantaría también al edificio residencial y bancario de Bandera 883 con Aillavilú, inaugurado al año siguiente en pleno “barrio chino”.

¿Qué sucedió con el reputado restaurante de la Renania santiaguina, entonces? Frecuentemente, los memorialistas dieron a entender que allí se acabó su historia... Pero había una sorpresa en la línea de tiempo.

La verdad es que aquella había sido solo la conclusión de un primer capítulo en la vida del famoso local, pues la pista de su continuidad se verifica en las guías y los propios testimonios de los más viejos vecinos de la cuadra bohemia de Bandera. El mismo dato será huidizamente confirmado por autores como Osvaldo Rakatán Muñoz en “¡Buenas noches Santiago…!”, aunque sin aportar detalles sobre la dirección precisa del mismo.

Ilustración publicada también en "La Nación", el sábado 26 de marzo de 1949, mostrando la cuadra de Zañartu, Bandera, San Pablo y Puente, con los establecimientos que habían sido invadidos por ratas o con posibilidades de ser alcanzados, incluido en Zum Rhein.

Reunión de homenaje a su excelencia Gabriel González Videla en 1948, al retornar de su viaje al continente antártico.

Funcionarios de la Brigada Sanitaria fumigando preventivamente con DDT al local del Zum Rhein después de detectada una plaga de ratas en la cuadra, a fines de marzo de 1949. En la imagen, publicada por "La Nación", aparecen los señores Santiago de la Fuente, Rosa Villanueva, Guillermina Rojas y Moisés Vallejos.

Tramo de la última cuadra de calle Bandera, el ex "barrio chino", hacia el año 2010. El acceso al restaurante oriental entre los dos arbustos era del Zum Rhein.

Vista actual del acceso al Pez de Oro, el restaurante que hoy ocupa la dirección de Bandera 823.

Salón interior del Pez de Oro, que antes había pertenecido al Zum Rhein.

En efecto, después de dejar su ubicación al borde de la Alameda, el Zum Rhein se trasladó hasta aquel lado del barrio cruzando toda la longitud de Bandera y llegando a su otro extremo, en los deslindes de Mapocho. Se estableció por la vereda oriente y casi al frente de otros conocidos centros como Las Torpederas y el Hércules, manteniendo allí la pelea por las glorias de la noche durante varios años más. Su ubicación exacta era al fondo del pequeño pasaje que todavía existe, en el número 823 de Bandera, dirección en la que había estado antes también el Teutonia en el último de sus traslados y en donde había sido vendido en 1938 "por enfermedad" de su dueño.

El Zum Rhein quedó incorporado de esa manera, entonces, al corazón del desvelo en "barrio chino", alcanzando a ser visitado por figuras de la intelectualidad adicta a esas cuadras, según algunos cronistas. También fue el sitio en donde el  entonces Presidente de la República, don Gabriel González Videla, fue homenajeado por amigos, correligionarios y otras autoridades a inicios de marzo de 1948, al regresar de su histórico viaje a la Antártica que lo convirtiera en el primer mandatario del mundo en visitar el continente blanco. Esta ilustración no impidió que, casi un año justo después, su salón se viera en peligro de ser alcanzado por una plaga de ratas detectada en la manzana, problema sanitario que obligó a hacer fumigaciones preventivas en este local y varios otros cercanos.

La misma localización del Zum Rhein en aquella cuadra de Bandera aparece corroborada en publicaciones como la “Guía automovilística de Chile” de 1967, cuando el local seguía en buen funcionamiento y aún le quedaban algunos lustros. Fue, de hecho, uno de los que más duró en actividad dentro del mismo barrio y desde las generaciones clásicas de establecimientos que allí existieron, aunque desde la década anterior arrastraba ya algunos hechos policiales ocurridos alrededor o en el mismo sitio.

Antiguos comerciantes del sector hasta hoy recuerdan al Zum Rhein, especialmente por sus bailables y su música en vivo, además de la excelencia de su carta de comidas: al parecer, se habría mantenido en el buen nivel que ofrecía en esos primeros años del establecimiento al otro lado de la calle, a pesar del carácter popular que tenía en este nuevo vecindario.

En el segundo piso del mismo recinto en donde estaba el restaurante, sobre el corto pasillo que precede su entrada, se encontraban también concurridos salones de pool y billar que redoblaban el atractivo para el público. Además, existió en la planta alta un salón de tango, club que asombraba hasta a los propios visitantes provenientes del Río de la Plata que pudieron conocerlo, advirtiéndolo tan bueno y elegante como varios de la auténtica bohemia bonaerense, según pregonaba el mito sobre aquel lugar.

Sin embargo, ese segundo aire de vida del Zum Rhein se iba a extinguir también con la vitalidad nocturna de calle Bandera ya en sus últimos años de movimiento, sucumbiendo junto a toda la clásica forma de vida bajo la luna de Mapocho. Como tantos otros negocios nocturnos y recreativos de esa cuadra, pereció de forma lenta, con agonía prolongada, cerrando su ciclo de vida más como simple restaurante que como el lugar de encuentro y satisfacción social que había conseguido ser el pasado.

Tras haber desaparecido del fondo de ese pasajito que aún existe en la cuadra y dirección señaladas, el antiguo local que correspondía al Zum Rhein pasó a ser de un restaurante de comida oriental llamado Diamante, vecino al también clásico Far West. Actualmente, dicho espacio comercial corresponde al Pez de Oro, otro de los varios restaurantes de comida peruana que han llegado a probar suerte en este barrio, muy influido por la inmigración desde países vecinos y caribeños prácticamente desde que comenzó a conocerse tal fenómeno en Chile.

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© Cristian “Criss” Salazar N. Los contenidos de este sitio están basados en las obras de investigación del autor tituladas "LA BANDERA DE LA BOHEMIA. Recuerdos de trasnoche en el 'barrio chino' de Mapocho" (Registro de Propiedad Intelectual Nº 2022-A-3489) y "LA VIDA EN LAS RIBERAS. Crónicas de las especies extintas del barrio Mapocho" (Registro de Propiedad Intelectual N° 2024-A-1723).

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