Cuatro edificios particulares en la gestación del Mapocho "recreativo"
Edificio del Hotel Bristol en 1988, ya decadente y con la también venida a menos Estación Mapocho más atrás (Fuente: "Las Últimas Noticias"). En sus buenos años, en el salón del primer piso funcionaba un famoso y concurrido bar, favorito de muchos usuarios del servicio de ferrocarriles.
La identidad más sólida para el barrio Mapocho procede, fundamentalmente, de dos edificios públicos de características revolucionarias para su época: el Mercado Central (1872) y la Estación Mapocho (1912). Sin embargo, la impronta que instalaron estas dos enormes obras y su actividad inherente en el barrio atrajeron la llegada de otros varios edificios en sintonía con aquel carácter, surgidos de proyectos privados después del Centenario Nacional, como consecuencia del mismo fluir comercial y de transportes en aquellas cuadras.
A mayor abundamiento, hubo en Mapocho un grupo de edificios que conectaron con la propuesta más moderna de hotelería, comercio y diversión que cobraba cuerpo por entonces, destacando los que se hallaban en la proximidad de la estación del ferrocarril y la plaza de tranvías la Estación del Mercado. Todos ellos, de hecho, recibieron en sus bajos a algunos de los varios cabarets, restaurantes y bares de la bohemia que toca su mayor intensidad entre los años veinte y cincuenta, aproximadamente, fuera de servir también como pensiones, hoteles o residencias.
Los señalados proyectos inmobiliarios, de gran envergadura para aquella época, respondían a la verdadera fiebre inmobiliaria desatada en barrio Mapocho tras la apertura de la misma estación de trenes, acorde a su vez con la que experimentaba la capital chilena también después del Centenario. A esto ya se refería con textos e imágenes la revista “Sucesos”, en la sección “Santiago progresa” de agosto de 1916, por lo que tales obras se anticiparon a algunos conjuntos posteriores igualmente importantes para la configuración del barrio Mapocho y su fama recreativa.
Uno de los primeros nuevos edificios de almacenes y habitaciones en el vecindario ribereño fue del empresario Alfredo Riesco, alguna vez apodado por los santiaguinos como el Buque y ubicado desde 1916 al final de Bandera, por el costado oriente. Se lo hallaba entre Mapocho (avenida Balmaceda) y Sama, hoy General Mackenna, destacando por su esbeltez y por algunos grandes luminosos publicitarios que tuvo en alguna época sobre su azotea.
Funcionó inicialmente en aquellas dependencias el Hotel Príncipe, permaneciendo por 70 años en pie hasta que fue demolido tras la construcción de la Estación Metro Cal y Canto y las aperturas viales allí realizadas. Sus últimos años de existencia fueron en gran decadencia, sin embargo, con mucha prostitución y negocios ilícitos en sus alrededores e interiores.
Edificio Riesco o "Barco", cuando recientemente había sido entregado y puesto en uso, en la revista "Sucesos" de 1916.
Detalle de una imagen del Archivo Fotográfico de Chilectra del 4 de mayo de 1920, con la Garita Mapocho. Detrás de los tranvías se ve el Edificio Riesco, y más atrás el Edificio Schwab, separados entre sí sólo por la actual calle Aillavilú. También al fondo, hacia la izquierda, se ve el acceso a la popular cantina La Piojera.
El desaparecido Edificio Riesco, a la izquierda y visto de frente, y la Estación Mapocho al fondo en 1934. Se observa un cartel publicitario en los altos del edificio. Imagen de Walter Götz subida por Francisco E. Calagua A. al portal de fotografía histórica EnTerreno Chile.
Otro prodigio de aquellas manzanas mapochinas fue el edificio de almacenes y habitaciones de Schwab Hermanos, a veces mencionada también como Schabb, liderada por el empresario de dicho apellido en Valparaíso con algunas inversiones importantes en Santiago. El curioso inmueble fue hecho hacia 1914-1915 en calle Bandera entre Zañartu, hoy Aillavilú, y Sama, actual General Mackenna. De exquisito diseño neoclásico y algunos toques barrocos, aún existe allí y alberga en los bajos al popular restaurante Touring, con salida por General Mackenna y Aillavilú, además de otros negocios llegados más recientementes.
Los espacios del primer nivel del Edificio Schwab, particularmente los que daban hacia Bandera, también fueron ocupados por algunos célebres boliches en otra época, destacando un bar-restaurante justo en su vértice de General Mackenna, algo que se verifica en fotografías antiguas, poco después de haber sido inaugurado.
Siendo dependencias actuales del opaco Hotel Central, el edificio pasó por un
largo período de decadencia que ha ido fluctuando con avances y retrocesos en
nuestra época, principalmente por la prostitución, negocios ilícitos y -más
recientemente- actividades poco decorosas de ciudadanos extranjeros.
El recién construido edificio Schwab visto desde General Mackenna con Bandera, en revista "Sucesos" de 1916.
Antiguo local comercial de adobe al inicio de avenida Balmaceda (en donde estará después el edificio el Buque), y atrás el entonces moderno Edificio Schwab de Bandera con Sama (General Mackenna). Fuente: revista “Sucesos”, 1914.
El folclorista Roberto Parra tocando en la explanada de la Estación Mapocho. De fondo: el ex Hotel Bristol a la derecha, y el Edificio Schwab a la izquierda (los únicos que quedan en pie de los cuatro acá vistos). Imagen del documental "Prontuario de Roberto Parra" de 1996, de la colección personal de don Hermann Mondaca.
Más conocido que los demás acá mencionados es caso del Bristol Hotel, hoy Monumento Histórico Nacional y con un plan de recuperación de uso a su haber. Originalmente, fue proyecto y propiedad del señor Quenette, terminado en 1916-1917 al lado de la Estación Mapocho entre calle Mapocho (Balmaceda) y Sama (General Mackenna), atrás del edificio de Riesco.
El hotel tenía un famoso salón bar y restaurante que era considerado parte de la
bohemia de “barrio chino” de Mapocho, y en sus habitaciones residió por un
tiempo el poeta Pablo de Rokha, también adicto a aquellas noches luminosas de
Bandera. Recibió el nombre de bar Bristol, y tuvo por vecino al Bar-Restuarante Liverpool.
El ex Hotel Bristol pasó por un largo tiempo a la deriva tras cerrar sus actividades hoteleras y quedar administrado por la Municipalidad de Santiago, casi terminando demolido en los preparativos del Bicentenario Nacional, de hecho. A pesar de todo, el inmueble sobrevivió: aún existe y se evalúan hoy diferentes posibilidades para su destino definitivo.
El flamante edificio del Hotel Bristol, en revista "Sucesos" de 1916.
El Bristol Hotel hacia los años veinte. Se observa la entrada a la Peluquería el Viajero, favorita de los que necesitaban un retoque en el pelo, de ida o vuelta por la Estación Mapocho.
El Bristol Hotel en 1928. Imagen histórica en las fichas del Consejo de Monumentos Nacionales.
Finalmente, el cuarto hito de la ribera del Mapocho lo representa el edificio
del Hotel Excélsior, en Puente con Mapocho (Ismael Valdés Vergara / Balmaceda) a
un costado del Mercado Central. Fue una de las construcciones más imponentes y
altas del barrio, además, destacando por su aspecto de castillo. Había sido levantado en donde estuvo antes el infortunado Hotel Términus, destruido por un voraz incendio a inicios de agosto de 1914.
Llamado en sus inicios Gran Hotel Cattani, el Excélsior correspondía a otra obra concluida en 1916 como parte de la mencionada fiebre de modernidad. Fue propiedad de don José Cattani y de la sucesión Buzeta, destinado a hotelería en sus interiores. También mantuvo en su zócalo a destacados centros recreativos, como el Bar Sansón, por el lado de Puente.
Tras un largo tiempo de servicios hoteleros, cayó en grave decadencia en los sesenta, apareciendo en sus últimos años en pie como locación de los filmes nacionales “Largo viaje” (1967) y “Tres tristes tigres” (1968). Acabó demolido en los setenta, y el lugar que ocupaba hoy es el acceso de calle Puente a la Estación Metro Cal y Canto.
Edificio del Hotel Excélsior, recién siendo concluidas las obras de construcción. Atrás del mismo, a la derecha de la imagen, se ve parte del caserón colonial con altillo que había sido del corregidor Zañartu en la actual calleja Gabriel de Avilés, demolido en los años veinte.
Barrio Mapocho hacia el oriente desde la estación, en 1919, del archivo de Chilectra. Atrás a la derecha, se observa la cúpula y el torreón del elegante edificio del Hotel Excélsior, al final de la calle Puente, compitiendo en su estética y altura con el galpón del Mercado Central.
Paraderos de tranvías Mapocho, en enero de 1935 en calle Puente, junto al Mercado Central. A la derecha se ve el edificio del Hotel Excélsior y al Bar Sansón en su zócalo.
Los cuatro edificios mencionados fueron, de alguna manera, un anticipo a proyectos inmobiliarios inmediatamente posteriores y de gran envergadura en el barrio, con destinos muy parecidos además, como fue el caso del Edificio Capuchinas de Bandera entre Rosas y San Pablo, con la calle Capuchinos a sus espaldas, construido a partir de 1916 más o menos.
Otro caso similar al anterior es el alguna vez llamado Edificio El Corregidor, de General Mackenna con Gabriel de Avilés y Aillavilú justo enfrente de la popular cantina La Piojera, levantado ya en los años veinte y en donde estaba la desaparecida casa colonial del corregidor Luis Manuel de Zañartu, misma desde la cual vigiló la construcción del Puente de Cal y Canto.
Aquellos cuatro casos se situaban, entonces, en los inicios del perfil que adquirió el barrio Mapocho y su convivencia simbiótica con la intensa bohemia del siglo XX.
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